Costa Rica. Mercado de productos frescos en tiempos de pandemia.
Podemos generalizar que en Costa Rica toda la actividad comercial se ha visto afectada por el COVID-19. Sin duda algunos sectores se han visto más perjudicados que otros, tal es el caso del Sector Turismo cuyas ventas han caído casi en su totalidad. Esta disminución afecta indirectamente a nuestro sistema de comercialización de productos frescos como las frutas y hortalizas, sin embargo, en términos totales la demanda de estos productos no ha mostrado un decrecimiento tan fuerte.
Los Mercados Detallistas en Costa Rica, que podríamos segmentarlos en supermercados de cadena, supermercados familiares y de empresas costarricenses, los pequeños comercios distribuidores de frutas y hortalizas, las Ferias del Agricultor y los Mercados Municipales, han permanecido abiertos al público con algunas medidas sanitarias impuestas por el Ministerio de Salud.
En términos de demanda agregada de productos frescos, esta muestra un decrecimiento debido al distanciamiento social y la cuarentena impuesta en el país. Salimos menos y consumimos menos a nivel de hogares y ni qué decir de los establecimientos como sodas, bares y restaurantes, donde la afectación ha sido mucho mayor y esto implica una disminución en la demanda agregada.
En Costa Rica existen según el último Censo Nacional Agropecuario del 2014, 93.000 fincas, de las cuales cerca de 13.000 tienen menos de 1 hectárea y unas 45.000 tienen menos de 5 hectáreas, es aquí donde se producen la mayoría de productos hortícolas y frutícolas para el consumo fresco. Productos que se comercializan prácticamente por partes iguales entre las 79 Ferias del Agricultor, los 375 supermercados de cadena y el comercio tradicional donde se ubican los 33 mercados municipales. Estos 3 formatos de distribución detallista han permanecido brindando sus servicios durante la pandemia.
El buen control de la Pandemia por parte de las autoridades de salud con el apoyo del Poder Legislativo y Ejecutivo hace de Costa Rica uno de los países donde mejor se ha controlado la misma. El subsector de comercialización de productos frescos y su necesario servicio de abastecimiento de alimentos, como se indicó, ha tenido regulaciones, pero se ha mantenido abierto al público. Esto no implica que la demanda haya permanecido estable ya que indirectamente la afectación de otros sectores ha generado una disminución en la demanda. Paralelamente la disminución de la demanda internacional para nuestros productos de exportación ha provocado una sobre oferta nacional por lo que esto en su conjunto causa una disminución en los precios, lo cual perjudica a los productores.
En la región central de América Latina, la preferencia por las compras digitales también dejó de ser una tendencia y rápidamente se convirtió en una realidad. En Costa Rica los primeros tres días de cuarentena triplicaron la demanda de pequeñas empresas interesadas en actualizar y expandir sus plataformas digitales. También hubo un cambio en los lugares donde las personas compran alimentos y bebidas. Están comprando más en el canal moderno (como súper e hipermercados) y farmacias, y menos en el tradicional, la razón es la percepción de limpieza y seguridad.
Y aquí están los Mercados de Municipales Minoristas, como Servicio Público, manteniendo su actividad porque son necesarios y lo serán más aún si la crisis se prolonga porque son un canal esencial para disponer de muchos de los alimentos frescos. Desde DREAMING MARKETS queremos hacerlos llegar hoy más que nunca, toda la admiración de quienes creemos en ellos, por su disposición al servicio, su entrega, su pasión y su atención a los ciudadanos, incluso en estos momentos más difíciles.
Rodolfo Rodríguez Campos
Delegado de la Plataforma Dreaming Markets en Costa Rica
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Correo: info@dreamingmarkets.com
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